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¿Te preocupa tu estado de salud y la calidad de vida que puedas darle a tu familia?
A menudo experimentas...
- Bajo estado de ánimo y energía
- Antojos por dulces o comidas rápidas
- Dificultad para dormir o conciliar el sueño
- Dificultad para concentrarte
- Mareos, dolores de cabeza y de estómago
¿TE HAS PREGUNTADO
si puedes estar sufriendo de resistencia patológica a la insulina?
La resistencia patológica a la insulina no sólo afecta los niveles de azúcar en la sangre, sino que desencadena una amplia gama de síntomas y afecciones aparentemente no relacionadas, que incluyen:
- Afecciones en la piel y articulaciones
- Función inmune debilitada
- Desequilibrio hormonal e infertilidad
... Lo que, prolongado en el tiempo, enferma y disminuye la calidad de vida.
ASÍ QUE
si eres alguien que:
– Tiene diabetes tipo 2 o prediabetes
– Tiene un poco de sobrepeso
– Acumula grasa especialmente alrededor de la cintura,
– Tiene hipertensión o presión arterial elevada,
– Tiene glicemias en ayuno de más de 100 mg/dL,
– Tiene altos niveles de triglicéridos en sangre,
– Sufre de migrañas constantes,
– Anhela comidas con azúcar o almidón,
– Siente hambre a las 3 horas después de comer...
Está prácticamente garantizado que tienes resistencia patológica a la insulina
Incluso hay otros aspectos que pocos relacionan con la resistencia patológica a la insulina, pero que también pueden ser indicativos de la necesidad de revisarla:
- Retienes líquido fácilmente
- Tienes gota
- Tienes parches de piel oscura
- En ti o en tu familia se ha padecido de diabetes gestacional o síndrome de ovario poliquístico
- Tienes problemas de infertilidad
Hoy en día, la resistencia patológica a la insulina es más común de lo que pensamos
El síndrome de resistencia a la insulina ha pasado a ser, hoy en día, uno de los factores etiológicos más importantes tanto de morbilidad, como de mortalidad a nivel mundial, debido a su asociación con obesidad, hipertensión arterial, dislipidemia, arteriosclerosis y el desarrollo de diabetes mellitus (DM) tipo 2 (1,2).
¿Pero qué puedes estar haciendo mal?
- Un consumo excesivo de ultraprocesados y azúcares añadidos
- Miedo a la grasa dietaria y recurrencia excesiva a cereales, frutas y almidones
- Falta de conocimiento de los dietistas y médicos tradicionales
- Dietas anti-carne y grasa animal
- Estilo de vida sedentario y malos hábitos de sueño
Deberías preocuparte por la resistencia patológica a la insulina
Muchos dicen “Si no me han diagnosticado y ningún doctor la ha relacionado con mis problemas de salud, entonces, tal vez no deba preocuparme”.
Lo que tal vez no sepas es que la resistencia patológica a la insulina es la raíz de prácticamente todas las enfermedades crónicas y degenerativas. Y si te pones a pensar, son esas enfermedades, las que están cobrando la vida de millones el día de hoy. Condiciones como diabetes tipo 2, enfermedades cardiacas, enfermedad de Alzheimer y ciertos tipos de cáncer: Todos tienen en común la resistencia patológica a la insulina. Es ella la que está causando el problema o empeorando la situación.
Parecería increíble saber que en el año 1980 no hubo casos de diabetes en adolescentes en Estados Unidos y hoy los casos son cientos de miles. Cifras del mismo país nos demuestran que el 40% de los hombres mayores de 45 años sufren complicaciones de bajos niveles de testosterona y casi el 10% de las mujeres experimentan irregularidades menstruales e infertilidad.
Todas estas condiciones derivan y se exacerban a partir de la resistencia patológica a la insulina, por lo que se estima que la mitad de los adultos en los Estados Unidos probablemente la tienen. Esto debe hacerte pensar que es posible que la padezcas, pero que aún no lo sepas.
¿Y si el problema es el sobrepeso?
Si tu problema es el sobrepeso, probablemente te hayan dicho: “Es porque estás comiendo demasiado y te estás ejercitando muy poco. Si tan sólo fueras más activo y comieras más poquito, iya verías resultados!”
Son los mismos que creen esa mentira los que aconsejan comer bajo en grasa, sobre todo la grasa de origen animal, por sus supuestos peligros para la salud cardiovascular. Es hora de comenzar a ver las cosas de manera diferente, y abordar la salud de manera efectiva. ¿Lo primero? Corregir el problema de raiz que es la resistencia patológica a la insulina.
Lo segundo y lo tercero: Restaurar la salud del ecosistema intestinal y adoptar una vida que minimice el desgaste, respectivamente. Pero de estos dos, hablaremos más adelante.
Pero, ¿qué es la resistencia patológica a la insulina?
Dicho de forma muy resumida, la resistencia patológica a la insulina es la incapacidad de la hormona insulina para funcionar como debería. Esto lleva a que el cuerpo compense generando más insulina que antes, algo que se conoce como hiperinsulinemia crónica. Es una condición que está, en gran medida, bajo nuestro control, ya que podemos llegar a ella simplemente con hábitos de alimentación incorrectos.
En cuanto a las consecuencias que acarrea, no se trata sólo de enfermedades y muerte (se estima que más de 2 millones de personas mueren en el mundo, cada año, como consecuencia de la diabetes... Se trata de una calidad de vida empobrecida.
La resistencia patológica a la insulina como el núcleo de la enfermedad crónica
¿ENTONCES,
qué se puede hacer al respecto?
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